Nuestras primas ya tienen tu edad y, como a ti, les gusta escribir. Cada una maneja su propia cuenta en Wattpad y se esmeran en escribir el mejor capítulo día con día. Lo sé, es curioso ver la historia repetirse y me resulta imposible no verme reflejada en ellas. Te veo a ti en las gemelas, mi yo de quince años que está a mitad del segundo semestre de la preparatoria.
Olivia… hoy tienes quince años. ¿Cuánto tiempo llevas escribiendo? Unos seis años, ¿no? Si mis matemáticas no me fallan. Y dos en Wattpad, seguro mis matemáticas me fallan. Como las gemelas, estás trabajando en un proyecto. Iniciaste meses atrás y te está encantando escribirlo. Tu proyecto, el primer experimento en Wattpad, tiene un nombre bien cursi y parte de un plan con maña, ya te estarás dando cuenta a estas alturas que te resultó el jueguito. Felicidades.
Esa historia va a salir tan bien parada ante los lectores —a diferencia de otras— que la perspectiva de tu habilidad escribiendo y creando personajes cambiará para bien. Te conozco, siempre quieres mejorar, quieres crecer. Pulir tus personajes en todos los valores humanos y perfeccionar tu narrativa hasta el punto de «wow», eres una perfeccionista de primeras y lo seguirás siendo por los siglos de los siglos, sin embargo, no pierdas el porqué de la existencia de esas historias, ¿qué buscas transmitir? Perfección no; una historia, un mensaje.
Escribes porque quieres llevar aventuras, valores y felicidad a la gente. Siempre has apuntado a despertar sonrisas. Céntrate en eso, en escribir con el corazón y la inspiración que nace de la vena creativa que tienes. ¡Tus proyectos pueden ser muchos, pocos, largos o cortos! Mientras sigas escribiendo con el corazón, procurando mejorar y explorar nuevos rincones.
A veces una historia puede parecer maravillosa, pero conforme vas avanzando te puedes dar cuenta de que no tiene pies ni cabeza… o que no es el momento adecuado para escribirla y entrarás en crisis, como siempre. Así que tienes que saber que posees todo el derecho de detenerte, evaluar la situación y si lo amerita, abandonar la novela. ¿Valió la pena escribir esa historia que ha llegado a punto muerto? Sí, totalmente.
Nada ni nadie te obliga a escribir, tampoco te dicen qué escribir. Por encima de todo estás tú y lo que quieres contar. Si te sirve de algo, las historias más grandes y complicadas se escriben a fuego lento. Es normal que no todos los proyectos tengan un punto final, tómalos como una experiencia más, un ejercicio. No desesperes, tampoco te sientas mal por dejar la historia o quedar mal con los lectores.
Recuerda, por favor. Primero escribes para ti, para Olivia, el mundo viene después.
Te quiere y sigue escribiendo,
Olivia, 20 años.
[Publicado por 6 de abril de 2018]