Un año, seis meses y veinte días después, esta lectora está de regreso en la versión web de Bookishbruha. “Oye, Olivia, pero hace más tiempo que no publicas”, dirán algunos. Eso parece, ¿verdad? Lo cierto es que hubo una serie de eventos desafortunados que me dejó sin el contenido de octubre (2020) a marzo (2021). Como no tengo nada qué hacer —vil mentira, debería estar trabajando en mis proyectos freelance—, me llevaré unos minutos para contarles lo que ocurrió.
1. Billey es el culpable de todo.
Billey era el tema con el que diseñé Bookishbruha hace más de dos años. Lo compré barato en ThemeForest por lanzamiento, y funcionaba fine. Después de más experiencia en diseño web y lidiando con este tema, me di cuenta de que no fue la mejor decisión. Sí, era un tema estético, bastante minimalista y con decoraciones que me fascinaban; pero lento por naturaleza.
Long story short, tocó actualizar el tema.
La actualización mató el diseño de Bookishbruha.
Bien muerto.
2. ¿El respaldo? Bien, gracias
Cabe destacar que no fue la primera ni la única vez que mi sitio web se “rompió”. Como he mencionado en Instagram, aquí no se le tiene miedo al éxito. A mis 9 años, mi hermano ya era todo un estudiante universitario de ingeniería en sistemas; un buen día me dijo “lo peor que puede pasar es que lo vuelvas a instalar”. Se me quedó grabado en la memoria. ¿Miedo a perder mis archivos? Por favor, vivimos en la época de las nubes, todo se respalda en automático.
Ajá, todo menos el contenido de tu sitio web.
Esta lectora cometió un error muy de principiante
Al momento de realizar esa fatídica actualización del sitio web sabía perfectamente el riesgo que corría. Después de todo, siempre aparece la leyenda de “respalda antes de actualizar”. Y usualmente lo hago… usualmente.
Aquel día cometí el error de no hacerlo. Me confié. Bookishbruha ha pasado por tantas modificaciones a lo largo de los años que no tengo un respaldo, sino muchos; y no tenía mucho desde el último. Unos cuantos meses… en los que publiqué unos cinco artículos bien documentados. No me di cuenta de mi error hasta que instalé el respaldo y no encontré los dichosos artículos ni el diseño anterior del sitio web.
Todo mal.
3. La actualización rompió más que el tema
Desconozco por qué, pero también se vio afectado el WordPress de Bookishbruha. No podía modificar los plugins. Además, al importar el demo de nuevo, seguía roto el diseño. Sin poder acceder al soporte privado de los desarrolladores —solo es válido por 6 meses—, opté por revisar el tablero público de Billey en ThemeForest. ¡Oh, que grata sorpresa me llevé! No era la única con el sitio roto, al parecer era problema de la actualización.
Sin otro tema para implementar en el momento ni recursos para adquirirlo, tomé la decisión de usar uno “temporal” que anunciara la próxima remodelación.
“Temporal” duró más de año y medio, una disculpa.
4. Pero tampoco actualicé el blog…
Aunado al sitio web en aprietos, fui sumando responsabilidades adicionales: empecé mi canal de TikTok, proyectos de freelance y me dediqué a crecer la comunidad en otros espacios. Poco a poco, actualizar contenido dejó de ser una prioridad. Sin embargo, con el paso del tiempo te das cuenta de la buena carta de presentación que es tener un rincón online para compartir tus ideas y opiniones literarias. A mí me abrió muchas puertas, aunque quizá lo que más extrañé fue escribir para mí, decorar los textos para mí.
Bookishbruha-blog era el espacio para vaciar todo lo que me había hecho sentir un libro, para explorar hilos de pensamiento y cuestionarme mi opinión. Hoy por hoy, TikTok no es el medio para darle rienda suelta a las reseñas; es más ameno. ¿YouTube? Algún día, pero no hoy. Lo mío es escribir, todos los proyectos aterrizan en estos rumbos. Por eso, hoy hago el propósito de regresar si no con un artículo semanal, sí un poco más constante.
¿Qué sigue en Bookishbruha?
En primera instancia, continuar el resideño paulatino del sitio web en paralelo a la creación de contenido. Tengo una libreta con las fases del proyecto, los temas que quiero abordar y los diferentes formatos en que pretendo presentarlos. Mi intención es continuar con reseñas, ejercicios de escritura creativa y artículos relativos a arte y cultura, ambas categorías donde entra la literatura.
