Todo indica que cada año me enfrento a una situación particular: mis lecturas se perfilan en la misma dirección temática. He decidido denominarla mi tendencia literaria. ¿En 2018? Fair Folk, es decir, hadas que disfrutan de hacer travesuras y son tan bellas como letales, y magia; de preferencia, tramas oscuras.
El proceso por el que me di cuenta de esta ocurrencia inició a finales de 2017. Ese fatídico diciembre leí An Enchantment of Ravens de Margaret Rogerson y lo primero que hice al terminarlo fue buscar más libros con seres similares. Cuando me di cuenta, mis libros favoritos del año fueron aquellos que entraban en esta tendencia literaria.
Incluso, los que terminé en un abrir y cerrar de ojos eran de hadas y un tanto oscuros; en cambio, los libros que no tenían nada en común me resultaron más pesados y en más de una ocasión decidí dejarlos por la paz. Ya existirá otro momento para leerlos.
Es difícil hacer proyecciones de la tendencia literaria que se apoderará de mis lecturas de 2019, sin embargo, podemos hacer suposiciones basándonos en las lecturas más recientes, el contenido que estoy buscando y cuáles son los textos que se han integrado a la lista de favoritos de Goodreads.
Redoble de tambores, por favor…
Los clásicos. Ellos han dominado en los últimos cuatro meses, porque sí, las tendencias parece que inician desde el diciembre anterior. Quizá tiene relación con las vacaciones de invierno, que inician a principios de mes y se extienden hasta la segunda semana de enero. O sea, no me voy a quedar haciendo nada… y más con el conocimiento de que no podré leer tanto durante el semestre.
Entonces, el resultado es… una posible tendencia literaria y el descubrimiento de la magia de los clásicos. Sí, la siguiente tendencia del año puede ser la literatura clásica.
Las víctimas más recientes son:
- Orgullo y prejuicio.
- El principito.
- The Picture of Dorian Gray.
- The Catcher in the Rye.
- Frankenstein.
- El gran Gatsby.
Y aspiro a que la lista siga creciendo… porque los clásicos han resultado ser mucho más atractivos y encantadores de lo que yo creía.