Feyre está desesperada, su vida y la de su familia dependen de ella. Enfrentada al hambre más absoluto, no dudará en ir al bosque prohibido y matar si es necesario. Pero su osadía la convierte en prisionera del misterioso Tamlin, quien a pesar de su aparente frialdad la hará descubrir una ardiente pasión que marcará su destino. Lejos de su familia y su mundo, Feyre tendrá que tomar una decisión capital para salvar todo lo que ama. (Fuente)
Opinemos de A Court of Thorns and Roses…
He estado en un mood donde lo único que quiero leer son novelas acerca de hadas, esas hermosas pero letales hadas, las que no saben mentir pero tampoco son de fiar. Ya había escuchado de A Court of Thorns and Roses, es más, lo compré en el último Black Friday. No fue hasta hace unos días que me animé a leerlo y, ¡Dios!, estuvo buenísimo.
“Because all the monsters have been let out of their cages tonight, no matter what court they belong to. So I may roam wherever I wish until the dawn.”
A Court of Thorns and Roses es un retelling de La Bella y la Bestia, el mejor que he leído. En breves palabras, Feyre mata a una criatura perteneciente al otro lado del muro y debe pagar el precio que exige Tamlin. Así termina viviendo con las criaturas que más odia y pronto descubre que no todas las historias que ha escuchado son reales. Conforme va comprendiendo el nuevo mundo al que se enfrenta, sus sentimientos por Tamlin empiezan a florecer. Como Bella y Bestia, pero con hadas, mágicas tradiciones, más oscuridad y situaciones que erizan la piel.
Ellos, los personajes…
Entre Bella y Feyre hay muchas diferencias, como que la segunda no sabe leer, sin embargo, Feyre mantiene esa fortaleza y la curiosidad característica de Bella, además de soñar una mejor situación para su familia. Ha pasado por muchas dificultades, desde años atrás se vio en la necesidad de cazar para que ella, sus dos hermanas y su padre sobrevivieran; sola y sin ayuda. Para poner la cereza al pastel de las desgracias, las historias que llegan a sus oídos acerca de las hadas no son nada… favorable. Feyre odia a las hadas, ¿okay? Odio puro y duro.
No es de extrañar que cuando aparezca Tamlin, Feyre lo único que quiera es alejarse. Pero Tam es encantador. En un inicio te recuerda a la Bestia por su incapacidad de relacionarse con ella, y Lucien se lo echa en cara, su emisario y amigo. Es inevitable que el lazo entre ellos se vaya formando, en cierta forma se complementan y caes redondito por Tamlin. Sufres por él, por lo que ha tenido que vivir, lo amas, lloras sus sacrificios y celebras las deferencias hacia Feyre. Eso sí, lo posesivo y protector nadie se lo quita, pero yo estuve demasiado embalsamada con el romance (de esos intensos, cargados de pasión) que poca atención le presté.
“Be glad of your human heart, Feyre. Pity those who don’t feel anything at all.”
Alrededor de los protagonistas de A Court of Thorns and Roses hay tantos personajes entrañables y bien construidos que hablar de ellos me llevaría toda la vida, o mínimo gran parte de la noche. Tenemos a Lucien, chistoso, astuto y todo un aliado de Feyre, aunque a veces le voltea la tortilla. Es uno de esos personajes que ando extrañando y me encantaría ver de nuevo, una historia propia no sería mala idea…
Oh… pero el que pasó del odio a una mezcla extraña de «te quiero» y «debería seguir odiándote» es Rhysand, Rhys. Es un misterio este hombre, trae la oscuridad y huele a peligro en todas direcciones. Su protagonismo empieza a destacar hasta la segunda mitad del libro, creo, y le da un toque peculiar a la historia, porque no lo amas pero tampoco puedes odiarlo por lo que hace.
La maldición de la Bestia…
¿Se mantiene la maldición que está en el cuento original? Sí, todo huele a magia en este libro y uno se hace a la idea de que algo sucederá. Y cuando lo hace… ¡BOOM! Te vuela la cabeza. Aparecen nuevos personajes y, aunque bien podría ser otro libro, se une muy bien a la historia. Después de una gran, gran cantidad de páginas uno pensaría que tiraría la toalla al ver que todavía queda más historia, porque sólo es la punta del iceberg. Sin embargo, las explicaciones llegan a su tiempo y cuando le agregamos la bella narrativa de Sarah, es irresistible pasar hoja tras hoja.
Sólo quieres saber cómo continúa, ¿cuál es el final? Porque todo puede suceder. Ciertas cosas pueden anticiparse, otras no y eso me dejó con el Jesús en la boca las últimas 200 páginas o por ahí.
¿Y la resolución es?
“You didn’t tell me this would happen.»
«You didn’t ask. So how am I to blame?”
No se apresuren, sí me encantó pero… tengo mis puntos en contra y no dirigido a lo que ya he dicho, porque eso queda claro. Mi problema radica en la adivinanza del libro, no diré más acerca de su origen o de qué va (spoiler). Sólo me resultó muy predecible, lo quebré en unos cuantos minutos. Bastó unir cabos: el tema central de la historia, los motivos del villano y dos que tres cosas más. Deseé estar errada, quería sorprenderme con la respuesta… no sucedió. Es el único pero.
Más allá de eso… A Court of Thorns and Roses cumplió y excedió mis expectativas, hizo que me enamorara más de las historias ubicadas en el reino de las hadas y disfrutara del retelling, los amo y este ha sido un gran, gran, gran trabajo.