Quizá ya habrás leído en la entrada anterior lo que causó An Enchantment of Ravens durante el año anterior, 2018. Sin spoilear mucho, abrió las puertas a un mundo totalmente nuevo con seres intrigantes. Antes de seguir hablando, comparto la no-tan-corta-sinopsis.
Si eres como yo y prefieres lanzarte al libro sin saber mucho, te recomiendo que leas lo mínimo o te la saltes.
sinopsis: Una habilidosa pintora debe enfrentarse al antiguo poder de las cortes de las hadas —aunque se enamore de uno de los príncipes— en este magnífico nuevo debut. Isobel es una prodigiosa retratista con un grupo peligroso de clientes: el siniestro Pueblo Bello. Estas criaturas inmortales no pueden hornear pan, tejer tela o poner una pluma sobre papel sin convertirse en polvo. Ellos anhelan la Artesanía humana con una sed terrible y los retratos de Isobel son muy apreciadas. Pero cuando ella recibe su primer patrón real —Rook, el príncipe del otoño— ella hace un terrible error. Isobel pinta tristeza mortal en sus ojos, una debilidad que a él podría costarle la vida.
Furioso y devastado, Rook la lleva a las tierras del otoño para ser juzgada por su crimen. Acechados por los perros fantasmales de la Cacería Salvaje, la influencia contaminada del Rey de las Hadas y los horrendos monstruos levantados de las colinas, Isobel y Rook dependen del otro para sobrevivir. Su alianza se convierte en confianza, y después en amor. Y ese amor viola las leyes despiadadas de las hadas. Ahora ambas vidas están en juego, a menos de que Isobel utilice su habilidad como artista para luchar contra las cortes de las hadas. Porque secretamente, su arte representa un peligro que las hadas nunca han enfrentado en todo el milenio de sus vidas sin cambio: por primera vez, sus retratos tienen el poder de hacerlos sentir.
Hablemos de An Enchantment of Ravens…
Por sinopsis como esta digo que aquí no hay cabida para hacer un breve resumen de la trama. Así como agradezco la vaga idea que tenía al haber empezado a leer el An Enchantment of Ravens. Si eres como yo y te brincaste el apartado anterior, aquí va un breve resumen.
“One raven for uncertain peril. Six for danger sure to arrive. A dozen for death, if not avoided. The enchantment is sealed.”
El libro nos conduce a través de un mundo donde las hadas no pueden crear nada, ni siquiera plasmar sus ideas en papel y tinta o cocinar un simple conejo para sobrevivir. Para eso están los artesanos e Isobel es parte de este grupo, y excede del talento normal. Conocida por sus maravillosos retratos, el Príncipe del Otoño le encomienda una pintura. Con el paso de las sesiones, Rook e Isobel van experimentando un cambio en su relación, sin embargo, ella comete un error: plasma sentimientos humanos y no agrada al príncipe. El regreso de Rook y su intención de llevar a Isobel a juicio se convierte en una carrera.
Okay, no sé por dónde empezar. Este es uno de esos libros que se meten en mi piel en todos los sentidos. An Enchantment of Ravens me encantó, lo terminé en lo que para mí fue un suspiro y es que la temática es de mis predilectas: the fair folk. Las hadas. Nada como Tinker Bell y esas ondas de Disney que las pintan como cute e inofensivas. Estas hadas se asemejan más a las que aparecen en Cazadores de Sombras y a su vez concuerdan más con los cuentos folclóricos, bellas pero letales y muy traviesas.
En gran medida, An Enchantment of Ravens se desarrolla durante el viaje de Rook e Isobel, uno pensaría que cae en aburrimiento y monotonía, sin embargo, no me pareció así. Tienen criaturas persiguiéndolos y también se explora el estado actual del rey de las hadas. Además, suceden pequeñas situaciones tan divertidas como capaces de mover las emociones.
“The ability to feel is a strength, not a weakness.”
Por momentos, Rook me pareció un pan sin sal, como si hubiesen olvidado pasar a ponerle algo. Quizá eran emociones y eso se justificaría diciendo que las hadas no tienen sentimientos, salvo amor. Digo «por momentos» porque su actitud arrogante y preocupación por Isobel, así como sus sentimientos hacia ella, le ganaron un lugar en mi corazón.
Mientras que Isobel… ¡uff! Quedé maravillada. Su «Craft» y lo que sentía mientras pintaba se transporta perfectamente bien del papel a mi imaginación y pude visualizar todo con detalle. Margaret Rogerson hizo magia con ella. Es fuerte, determinada y no la clásica protagonista que me rompe la cabeza cada vez que abre la boca.
¿Resolución?
Mi única queja con estos protagonistas es el romance que se da entre ellos, no me fue suficiente. Me faltó desarrollo, profundizar más en el pasado de Rook, pues él ya había amado antes y eso de enamorarse de nuevo fue muy… ¡rápido! Digo, Isobel dice que no hablaban en las sesiones. ¿Cómo puedes enamorarte de alguien así? La apariencia no lo es todo.
Y reclamo con el libro… el final me pareció demasiado rápido. Pum, pam y fin. What? Slow down. Unas cien páginas más no serían mala idea… ¡lo hubiese leído con gusto! Digo, me encantó pese al final ligeramente abrupto.
“Walking along a blade’s edge was only fun until the blade stopped being a metaphor.”
En resumen, An Enchantment of Ravens es una joyita para pasar el rato y zambullirte si te gustan las historias fantasiosas donde las hadas tienen su lado malvado. La narrativa es preciosa, especialmente cuando Isobel está pintando, parece que salió de una película o que estás leyendo a una persona real. Si uno eres pintor, te sentirás identificado. Sin más que agregar, ¡no se lo pierdan!